Y sé muy bien que no estarás.
(Pero saberlo no aniquila la ausencia.)
No estarás en la calle, /
(Salgo de casa en busca de consuelo.)
en el murmullo que brota de noche / de los postes de alumbrado, /
(Compro un libro de Wittgenstein que no leeré, lo abro y aparece la Figura.)
ni en el gesto / de elegir el menú, ni en la sonrisa
(Eso sería una pena, una muy triste.)
que alivia los completos en los subtes,
(A tu manera también acudirás.)
ni en los libros prestados ni en el hasta mañana.
(Y sabes bien que los echarás de menos.)
No estarás en mis sueños,
(Tal vez aprendí a olvidar lo soñado.)
en el destino original de mis palabras,
(Hay formas cifradas de nombrarte.)
ni en una cifra telefónica estarás
(Eres maestra en el arte de la fuga.)
o en el color de un par de guantes o una blusa.
(Te evades de todas las cosas.)
Me enojaré, amor mío, sin que sea por ti,
(Fue por el destiempo y la circunstancia.)
y compraré bombones pero no para ti,
(Sí, y elegiré tus favoritos.)
me pararé en la esquina a la que no vendrás,
(Aunque tú y yo sabemos que te oculta la ciudad.)
y diré las palabras que se dicen
(Por ejemplo: Estás en todas las cosas.)
y comeré las cosas que se comen
(El mundo te evoca.)
y soñaré los sueños que se sueñan
(Esos en que has aparecido tantas veces.)
y sé muy bien que no estarás,
(Y cómo negar que te espero.)
ni aquí adentro, la cárcel donde aún te retengo,
(Aun en contra de mi voluntad.)
ni allí fuera, este río de calles y de puentes.
(Que dirán tu nombre porque todo lo imantas.)
No estarás para nada, no serás ni recuerdo,
(A tu manera te asomarás.)
y cuando piense en ti pensaré un pensamiento
(y al despertar te pienso y eres otra.)*
que oscuramente trata de acordarse de ti.
(Y que no dirá que no puedo librarme de ti.)
