Los árboles absorben la
luz de la tarde.
Se mecen de viento en
tiempo con la danza ocre
de
su cabellera.
El otoño los acecha en
ráfagas de frío
Y sus poderes galopan bajo
la mirada turbia
de
un cielo plomizo.
Inmóviles en tierra los
troncos resisten
el
juego aéreo de los ciclos.
El viento en furia los
despluma:
Diluvio de pájaros vegetales y efímeros.