2 de julio de 2021

¿De qué trata un libro?

Un amigo con el que no había hablado en mucho tiempo (es triste darse cuenta cómo puede uno dejar de hablar con los amigos queridos, con los que conversar es estupendo, por mucho tiempo), me pregunta de qué la última novela que he escrito, de la que tiene noticia por otro amigo común. 

Entonces trato de hacer un comentario que sea muchas cosas a la vez: una recensión, un juicio lúcido y atractivo digno de la contracubierta de un libro (un género literario poco valorado, por supuesto). ¿Cómo explicar con buen juicio y justicia literaria de qué trata un libro, más allá de la triste trama?

Mi amigo quedó satisfecho con mi respuesta, limitada y miope, sobre todo parcial. Luego, tardé (¡a cuántas cosas llegamos siempre tarde!) recordé un pasaje de un libro inolvidable, El bar de las grandes esperanzas, de ese gran narrador que es J. R. Moehringer. 

Fui al librero y ahí estaba el libro, con un señalador adhesivo en la página correcta. El narrador de esas memorias mantiene un diálogo con alguien, que le pregunta «¿De qué va?» el libro que está leyendo. Y por circunstancias de la trama que no vienen al caso, responde, en la traducción hispana: 

«—No soporto esa pregunta [...]. No soporto que la gente pregunte de qué va un libro. La gente que lee buscando una trama, la gente que chupa las historias como si fueran la nata de una galleta Oreo, debería quedarse con los cómics y las telenovelas. ¿De qué va? Todos los libros que merecen la pena van de emociones y de amor y de muerte y de dolor. Va de palabras. Va de un hombre que se enfrenta a la vida.»

¿De qué va mi novela? De eso, justamente. Moehringer, gracias; no podría decirse con mayor brevedad y precisión; no podría decirse mejor.