No, no es el agua, no. No es el aire, no. Tampoco los otros elementos. El disolvente universal es el tiempo.
30 de agosto de 2010
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Apuntes para una literatura urgente
Enrique Alfaro Llarena
Escribo asombrado por el mundo.
Ciudad de México.
alfarollarena@gmail.com
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Punto final
Así, como cada palabra lleva su signo y su contrario, su alfa y omega, su derecho y envés, su reverso y anverso, así va este texto, como un uróboros, en busca de su cola para morderla y cerrar el círculo alrededor de su punto final.
© Enrique Alfaro Llarena